El arte de la RSE en los negocios

Alrededor del año 500 a.c. el famoso militar de origen chino “Sun Tzu” escribió uno de los documentos más influyentes sobre estrategia y táctica militar“El Arte de la Guerra” el cual ha recibido adaptaciones en la actualidad que van desde el ámbito cinematográfico hasta el ámbito de los negocios. 

 
 
 
Luis Enrique Cerón Ruiz
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Gerente de Comunicaciones de FUNDEMAS

 

 

 

Dicho documento destaca diferentes aspectos que deben de ser considerados para lograr el éxito en el plano militar y el de los negocios, a través de sus adaptaciones posteriores. Alrededor del año 500 a.c. el famoso militar de origen chino “Sun Tzu” escribió uno de los documentos más influyentes sobre estrategia y táctica militar“El Arte de la Guerra” el cual ha recibido adaptaciones en la actualidad que van desde el ámbito cinematográfico hasta el ámbito de los negocios. Dicho documento destaca diferentes aspectos que deben de ser considerados para lograr el éxito en el plano militar y el de los negocios, a través de sus adaptaciones posteriores.

En esta ocasión no hablaremos del ámbito de la guerra, pero sí en torno a un ambiente cambiante el cual requiere de las mejores estrategias para lograr la diferencia entre los competidores, como lo es el mundo de los negocios que, con el paso de los años, ha desarrollado y evolucionado diferentes acciones que han contribuido a fortalecer la competitividad de la empresas entre sus cercanos competidores y de cara a sus clientes y consumidores, pasando de un primer plano de enfocarse únicamente a qué producir y la magnitud y calidad de esta producción o servicio y considerando que su única responsabilidad es la de generar ingresos para llegar en la actualidad a basar su operatividad y competitividad en cómo producir, identificando en qué medida sus servicios y productos son desarrollados en concordancia con el desarrollo económico, social y ambiental del entorno al que pertenece la empresa, en base a las estrategias de Responsabilidad Social Empresarial, también conocida como RSE.

La RSE es un concepto que ha evolucionado en la actualidad ya que su predecesor, la filantropía, si bien es cierto es una práctica aceptable y beneficiosa, no posee el mismo impacto estratégico pues en muchas ocasiones no esta orientada a los públicos de interés de las empresas. La RSE es, definitivamente es una estrategia diferente.

La Fundación Empresarial para la Acción Social, FUNDEMAS, define la RSE como: un imperativo estratégico que le permite a la empresa incorporar políticas y prácticas en beneficio de los accionistas, los colaboradores, la comunidad, el medio ambiente y toda su cadena de valor; a través de la alineación de su gestión con principios éticos y transparencia, convirtiéndola en un agente competitivo que contribuye al desarrollo económico y social.

Es decir, hacer negocios exitosos y sostenibles desde una estrategia innovadora que permite que los negocios impulsen buenas prácticas, enfocadas en las necesidad y el bienestar de sus comunidades, para redundar en un “ganar-ganar”.

El Arte de la Guerra, de Sun – Tzu se basa en tres factores principales que deben de ser  tomados en cuenta si se desea lograr el éxito militar o en los negocios según sea el caso: el terreno, el enemigo y el clima. Para el caso de los negocios y la RSE se pueden identificar tres aspectos fundamentales que, con su combinación, contribuyen a fortalecer la competitividad responsable de la empresa: los stakeholders, el entorno y rubro del negocio.

  1. Para que las estrategias de RSE logren su objetivo de fortalecer la competitividad de la empresa, éstas deben ser orientadas a satisfacer las necesidades y preocupaciones de los públicos de interés o stakeholders del negocio además de que pertenezcan a su zona de influencia y que, en alguna medida incidan en su operatividad. Estos stakeholders pueden ser internos como los colaboradores y accionistas o externos como las comunidades, los proveedores, el medio ambiente, los clientes, entre otros.
  2. Una vez identificados los stakeholders es importante establecer sus principales necesidades y preocupaciones, las cuales son orientadas y/o definidas por el entorno en que se desenvuelven, tanto ellos mismos como la empresa a la que pertenece, por ejemplo: preocupaciones ambientales, oportunidades de mejora en el clima laboral, necesidad de generación de nuevos empleos, entre otras. Estas necesidades pueden ser solventadas con el apoyo de la empresa al establecer acciones concretas que permitan involucrar y vincular a la empresa con su solución, permitiendo así fortalecer los lazos de cooperación, cercanía y lealtad de los stakeholders hacía la organización.
  3. Por último, la RSE es un imperativo estratégico y, como toda estrategia, deberá estar vinculada al rubro de la empresa para que su efecto incida directamente en la operatividad y competitividad de la empresa. Al vincular las estrategias de RSE al rubro de la empresa, se le permitirá atender directamente las necesidades de sus públicos de interés al mismo tiempo que la empresa se beneficia. Por ejemplo las empresas de índole agrícola pueden generar fuentes de ingreso para las comunidades cercanas a ellas al fomentar y desarrollar oportunidades de trabajo para estos miembros de la comunidad. Otro caso puede ser cuando las empresas pertenecientes a la industria de la construcción velan por garantizar las condiciones de salud y seguridad ocupacional para sus colaboradores o buscan alternativas que contribuyan a disminuir el impacto ambiental de sus operaciones, con lo que se le permitirá el desenvolvimiento de la empresa un ambiente fuera de ausentismo, rotación laboral excesiva, escándalos, entre otros.

Además las acciones de RSE deben tomar en cuenta aspectos importantes que inciden directamente en el éxito de estas estrategias, como la de basar cada acción en torno a investigaciones y establecimiento de objetivos alcanzables y medibles, incentivar a la innovación y creatividad de cada una de estas acciones que permitan generar un mayor impacto abarcando a la mayor cantidad de stakeholders posibles de la empresa, destinar recursos y tiempo para la evaluación de resultados de estas acciones permitiendo identificar sus fortalezas y sus áreas de mejora continua. Y, por último, las acciones de RSE deben de estar destinadas a contribuir con el desarrollo económico, social y ambiental del entorno y de los stakeholders del negocio.

El arte de RSE deberá de convertirse en una estrategia que su incorporación en el ámbito de los negocios permitirá convertir a la empresa en un agente competitivo en el mercado al cual pertenece y en un agente en beneficio del desarrollo sostenible de nuestro país.