Atrévase a cruzar el Puente del “Miedo” y lleve a su compañía hacia el éxito

Somos testigos del impacto generado por el fenómeno informático e Internet en el desarrollo lingüístico y social de las organizaciones.

 

Por Ana Elia Batres
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Consultora Service Quality Institute (SQI) y Catedrática ISEADE

 

Así de sencillo, el estilo y estándares de trabajo han cambiado

Somos testigos del impacto generado por el fenómeno informático e Internet en el desarrollo lingüístico y social de las organizaciones; no existe debate alguno de que también ha trasformado el “día con día” de cómo hacer negocios y administrarlos; para el caso, en el mundo organizacional de servicio al cliente se está convencido indudablemente de dos hechos:

  1. Las  personas que más rápido ascienden en su carrera profesional y en los puestos son las que poseen mayor Coeficiente de Inteligencia Emocional (CIE).
  2. El componente más importante de toda organización es el cliente y quien hoy es  más conocedor, está más informado; y es por lo tanto, más exigente.

La Cultura Digital en Red se convirtió en el canal idóneo de los clientes para expresar asertivamente sus necesidades, intereses, quejas, disgustos; y si hemos actuado como personas  “emocionalmente inteligentes”, nos comunicarán sus experiencias positivas y satisfactorias. Basta un mensaje en las redes para indicarnos “como nos perciben”.  Gracias a ellos, el “termómetro de la calidad” se mantiene activo, sólo tenemos que saber escuchar, valorar las “huellas”  e inmediatamente tomar decisiones   estratégicas emocionales acertadas y prontas. Sin duda, es una oportunidad  de crecimiento empresarial que a su vez  se convierte en una constante de ansiedad, para los clientes internos porque no hay situación más complicada que dominar el  Arte de Satisfacer las Expectativas de los Clientes.

Una experiencia de éxito:

Personal altamente productivo con habilidades emocionales únicas

SQI & CES  Líderes Mundiales en Servicio al Cliente lo saben y han logrado reducir notablemente  ese riesgo de “pérdida inminente”  que sufren las empresas, cuando los clientes  simplemente se alejan porque perciben que no hubo ese “clik emocional” que los vuelva “devotos” y los impulse a regresar.

Y capturar esas necesidades e intereses de los clientes y llevarlos al “cielo en 30 segundos”, antes que conozcan su malestar las Redes Sociales es el talento de estas empresas.

Las organizaciones  en nivel nacional y mundial dan testimonio de que contar con el apoyo de SQI, mediante la implementación de Planes de Cultura, es  la decisión inteligente que eleva la gráfica de su rentabilidad, porque combinan estratégicamente   técnica, métodos  e instrumentos para reprogramar actitudes y potenciar las aptitudes del recurso humano, que permitan contar con una salud emocional envidiable y distante de enfermedades emocionales vinculantes con el estrés laboral. 

Es así, como  se ha logrado  la profesionalización de alto nivel  y completar el perfil idóneo de cada colaborador, hasta convertirlos en verdaderos talentos para Dejar Huellas Memorables de Servicio.

No es extraño afirmar que los empleados del nuevo milenio, se ven expuestos a ambientes altamente competitivos, en donde la constantemente es  el miedo a fracasar e inseguridad laboral, que condicionan a factores de riesgo en su salud, tal como desarrollar el Síndrome de Burnout.

La Organización Mundial de la Salud considera que estar expuesto a ambientes faltos de control de emociones,  es el camino más rápido para desarrollar el Síndrome de Burnout o síndrome de aniquilamiento, síndrome de estar quemado, síndrome de desmoralización o síndrome de agotamiento emocional o profesional. Para Maslach y Jackson, 1981,  esta patología laboral que daña no únicamente al empleado, sino que deteriora la imagen corporativa de la empresa, debe verse desde una perspectiva tridimensional caracterizada por:

  • Agotamiento emocional. Se define como cansancio y fatiga física, psíquica o como una combinación de ambos; es la sensación de no poder dar más de sí mismo a los demás.
  • Despersonalización. Se entiende como el desarrollo de sentimientos, actitudes, y respuestas negativas, distantes y frías hacia otras personas, especialmente hacia los clientes, pacientes, usuarios y otros; se acompaña de incremento en la irritabilidad, pérdida de motivación y descenso en el rendimiento laboral.
  • Sentimiento de bajo logro o realización profesional y/o personal. Surge cuando se verifica que las demandas que se le hacen exceden su capacidad, para atenderlas de forma competente; esta falta de logro personal en el trabajo se caracteriza por una dolorosa desilusión y fracaso al no poder darle sentido a la actividad laboral.

La Nueva Era:

Gerentes con Conciencia Emocional

Comprender por qué la Inteligencia emocional causa un gran impacto en nivel de liderazgo gerencial hace la diferencia entre los verdaderos líderes con conciencia emocional, que protegen la salud mental de sus empleados y de los mediocres. Ese es el maravilloso ¡“TRUCO”! del éxito.

 

La Universidad Rafael Belloso Chacín, (URBE), 2007, realizó un estudio de casos para analizar la inteligencia emocional en los gerentes, concluyó que las instituciones que eran dirigidas por líderes y  gerentes) con “conciencia emocional”, dominan sus emociones durante la jornada laboral, reconocen situacionales elementales que generan emociones positivas, perciben  los sentimientos de su equipo de trabajo y se preocupan por los problemas que le acontecen a sus empleados y comprenden las situaciones  que suceden a diario en su institución. Todo ello, se manifiesta en la forma de comunicar, mayor calidez en el trabajo y respeto en las relaciones laborales. Como resultado, existe mayor productividad y nivel de pertenecía y lealtad de sus empleados.

Es el momento de asegurar que líderes y gerentes crucen el Puente del “Miedo” y aprendan  a controlar sus emociones, como también la de sus colaboradores, para dar  oportunidad de mejorar la interacción y la productividad de su equipo de trabajo. Está claro que las aptitudes constituyen la mayor parte de los ingredientes que llevan a la excelencia laboral, especialmente, al liderazgo, es en este punto donde deseamos) despertar el interés y preocupación (ocupación)  de las organizaciones para cuidar la salud emocional  de sus talentos.

Recordemos que el “miedo” es una emoción que conduce a la acción (Cuando sentimos que no somos lo suficientemente buenos para la tarea asignada perdemos nuestra capacidad de razonar, se pierde la cordura;  y reinicia el ciclo de relaciones interpersonales “no amigables”, “exabruptos”, “destemplanzas”, “descortesías”, “brusquedades”, o “retorcimientos comunicacionales”que empeoran el clima laboral.  Comprendamos que para males (tenemos  ya suficientes, ¿para qué continuar remando en sentido contrario?

Cruce el puente del Miedo y tendrá al mejor talento humano (en su compañía) que entienda su negocio en su compañía y lo haga crecer de manera espectacular.

Ser partícipe es estar comprometidoa:

a. Valorar el trabajo

b. Hacer más que lo “mínimo”

c. Superar las expectativas

d. Ser atentos, inventivos, apasionados

e. Tener una actitud de disposición

Entonces, ¿Cuál es la estrategia para educar las emociones y (lograr entender) comprender  que un “Negocio Inteligente” sólo se afirma con “Emociones Inteligentes”?

En términos de Joseph A. Michelli: “It´s all about the Experience” (La Experiencia hace la Diferencia) para que los colaboradores  aprendan a inspirar a los clientes hacia experiencias únicas de servicio; para ello se requiere desarrollar habilidades y destrezas para SER:

  • Acogedores
  • Auténticos
  • Considerados
  • Conocedores 
  • Partícipes

La Estrategia es el Alineamiento Constructivo: Transformar la “mente” y “cuidar la salud emocional de las personas”

Cumplir con este reto será más fácil si nos encontramos “ordenados y alineados” con la cosmovisión mundial, al considerar que lo más importante para este Siglo es transformar la “mente humana y cuidar la salud emocional de los individuos”. 

El paradigma clásico de “prescindir” ha sido reemplazado por la acción de “invertir”. 

Ya no es buena idea reemplazar constantemente el recurso humano pues no es rentable, porque nunca se logra la pertenencia y lealtad del empleado. La rotación innecesaria de personal cuesta una fortuna para la compañía.   Ahora, el reto significativo de toda empresa es tener empleados ejemplares y retenerlos. Competir por el mejor talento conlleva el compromiso de asignar valor a cada miembro extraordinario de su equipo. Invertir en potenciar ese talento emocional y emprender el reto de gestionar la IE, con su equipo, no hay duda que será la decisión de un gran estratega. 

La nueva medida de selección del Recurso Humano  ya no es sólo por la preparación académica, técnica y experiencia, sino que se juzga según como nos manejemos con nosotros mismos y con los demás. Este parámetro se concentra en ciertas competencias sociales y personales como control de impulsos, autoconciencia, perseverancia, motivación, sentimientos,   empatía, iniciativa, adaptabilidad, persuasión. Daniel Goleman, 1997.

 

Si implementamos esta recomendación  podemos crear para nuestra empresa las líneas estratégicas que definan  un Programa de Educación Emocional donde se formen, faciliten y practiquen habilidades emocionales. Claro está que un elevado Coeficiente Emocional por sí solo no garantiza que alguien haya aprendido Aptitudes Emocionales   que se requieren en el trabajo, por tanto, habrá que desarrollarlas simultáneamente.

Lograremos que el personal ascienda a la espiral del conocimiento solamente de esa manera, para que se acerque a nuestra misión y visión, mediante una práctica relacional significativa, de respeto, ética y genuina. Sólo así conquistaremos  su lealtad.